Luego de un breve distanciamiento, el protagonista de la novela un profesor cuyo nombre desconocemos retoma la relación con su gran amigo Doro, en un encuentro que incluye una excursión a las colinas de Turín, y decide visitarlo en la costa de Liguria, donde él y su esposa Clelia pasan los veranos.
Así ingresamos junto con el personaje a la vida estival de la pareja y su grupo de amigos, con días de playa y noches de cenas, bailes y paseos.
Las relaciones, que giran en torno a la encantadora Clelia, son dominadas por el desenfado y la fugacidad, sin embargo cierto malestar existencial se filtra en las conversaciones y los pensamientos, una apatía inevitable que los habita como un líquido espeso.
Entre la aparente despreocupación y la nostalgia de un tiempo que todavía no terminó de pasar, la narrativa luminosa de Pavese se manifiesta con toda su expresividad.
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