Aparte del realismo de Mr. Joyce –la vida escolar, la vida en la Universidad, la cena familiar con la discusión sobre Parnell descriptas en esta novela […] todo esto es el estilo, la escritura real: dura, nítida, sin desperdicio de palabras, sin el amontonamiento de frases inútiles, sin rellenos con páginas y páginas de engrudo. Yo diría que James Joyce produce la cosa más cercana a la prosa flaubertiana que ahora tenemos en inglés. Un retrato es muy diferente a La educación sentimental, pero sería más fácil compararlo con esa novela de Flaubert que con cualquier otra. Si más personas hubiesen leído Un retrato y ciertos cuentos de Dublineses de Mr. Joyce podrían haberse ahorrado muchos de los recientes problemas en Irlanda
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